martes, 11 de marzo de 2025

Formación en compostaje al alumnado del IES Valle de Aller (Día Mundial del la Educación Ambiental y de la Reducción de las Emisiones de Dióxido de Carbono, 26 y 28 de enero).

 



Actualizado el 12 de junio de 2025

A pesar de las dificultades enfrentadas tras el robo de nuestra compostadora durante las vacaciones, con la instalación de la nueva compostadora el IES Valle de Aller reafirma su compromiso con la educación ambiental y la sostenibilidad. El 12 de febrero, se llevó a cabo una sesión formativa en compostaje dirigida al alumnado de 4º de ESO, incluyendo a los voluntarios encargados de esta práctica ecológica. La sesión original se había programado coincidiendo con las celebraciones de los Días Mundiales de la Educación Ambiental y de la Reducción de las Emisiones de Dióxido de Carbono, del 26 y 28 de enero, respectivamente.







La formación fue impartida por Manuel, representante del Programa de Compostaje Escolar de COGERSA, con el objetivo de capacitar a nuestros estudiantes en prácticas sostenibles y promover su rol como agentes de cambio en la comunidad. Durante la sesión, se abordaron aspectos clave para el correcto manejo de la compostadora y el proceso de compostaje:

  • Seguridad de la compostadora: Se recomendó asegurar la compostadora colocando piedras en los laterales y sobre la tapa.
  • Inicio del compostaje: Es esencial comenzar con una base de ramas de aproximadamente 20 cm de altura, sin necesidad de trocearlas, para facilitar la aireación y el drenaje adecuados.
  • Aportes de materia orgánica: Al añadir residuos húmedos, como restos de comida o césped recién cortado, aproximadamente una capa de 20 cm, es fundamental cubrirlos con una capa fina de material seco, como serrín, hojas secas, posos de café o papel utilizado para secarse las manos. Esta práctica equilibra la humedad y acelera la descomposición.
  • Aireación del compost: Se instruyó al alumnado en el uso del aireador, herramienta que debe emplearse semanalmente para oxigenar la mezcla y favorecer una descomposición homogénea.
  • Control de la temperatura: La temperatura es un indicador crucial del proceso de compostaje. Se explicó que el compostaje atraviesa varias fases:

    • Fase mesófila: Temperaturas inferiores a 40°C, donde microorganismos descomponen compuestos simples.

    • Fase termófila: Temperaturas entre 40°C y 60°C, facilitando la descomposición de materiales más complejos y la eliminación de patógenos.

    • Fase de enfriamiento y maduración: La temperatura desciende, permitiendo la estabilización del compost y la formación de humus.






Durante la segunda sesión del taller de compostaje, a finales de curso, el alumnado tuvo la oportunidad de adentrarse en el fascinante mundo de los organismos descomponedores, fundamentales para transformar los residuos orgánicos en abono natural.


La sesión se centró en identificar y clasificar la fauna descomponedora, distinguiendo entre: 


🔹 Descomponedores de primer orden, como bacterias y hongos, cuya presencia se comprobó de forma indirecta mediante la medición de la temperatura del compost, ya que su actividad metabólica eleva la temperatura interna del montón.


🔹 Microinvertebrados, difíciles de observar a simple vista, que se capturaron mediante trampas específicas para ser posteriormente analizados con lupa binocular.



🔹 Descomponedores de segundo y tercer orden, como lombrices, colémbolos, larvas o escarabajos, que también fueron detectados en las muestras y clasificados gracias al uso de claves dicotómicas de identificación.



El uso de estas herramientas permitió trabajar habilidades de observación científica, clasificación biológica y comprensión de las relaciones ecológicas entre los distintos niveles tróficos del proceso de compostaje.

Esta actividad no solo favoreció el aprendizaje de contenidos curriculares de Biología, sino que también fortaleció el compromiso del alumnado con la economía circular y la gestión sostenible de los residuos.






Durante la sesión, además del estudio de la fauna descomponedora, se ofrecieron consejos prácticos para garantizar la continuidad del compostaje escolar, especialmente de cara al próximo curso.

🔧 Evitar interrupciones del proceso: Se insistió en la importancia de proteger la compostadora frente a posibles actos vandálicos o destrozos, ya que cualquier alteración puede comprometer el equilibrio biológico y ralentizar o detener la descomposición. La nueva ubicación a la entrada del instituto puede ayudar en este objetivo.

🌱 Aumentar el volumen y la variedad de aportes: Uno de los objetivos es lograr que la compostadora esté llena al menos de la mitad hacia arriba, manteniendo un volumen adecuado y constante de materiales. Para ello, se propuso:

  • Recoger restos de cocina (fruta, verdura, posos de café, cáscaras de huevo trituradas...).
  • Aportar restos de siega, hojas secas, papel sin tintas y cartón no plastificado, equilibrando los residuos húmedos (verdes) y secos (marrones).
  • Almacenar desde ya, hojas secas y restos de poda ligeros, que escasean en invierno.
  • Conseguir posos de café en volumen (del profesorado, cafeterías cercanas, etc.), que actúan como un activador natural del compost: aunque no son estrictamente ni secos ni húmedos, aceleran la actividad microbiana y enriquecen el compost final.

📦 Preparación anticipada: Se animó al grupo a crear un pequeño sistema de almacenamiento de materiales secos, especialmente hojas, papel y hierba seca, para compensar los periodos en los que predominan los residuos húmedos.

Estos consejos buscan consolidar una rutina sostenible, facilitar el mantenimiento durante el curso y lograr un compost maduro y de buena calidad, que pueda ser usado en el huerto escolar u otros proyectos del centro.


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