domingo, 25 de febrero de 2024

CUIDAMOS DEL AGUA (II): RECOGIDA DE DATOS EN EL RÍO ALLER A SU PASO POR MOREDA

  




Siguiendo el impulso del profesor del Ámbito Científico-Tecnológico, Diego Fernández Díaz, y tras recibir formación especializada con Biodevas, el alumnado de 3º de ESO del Programa de Diversificación Curricular eligió un punto de muestreo en el río, cercano al instituto, donde llevaremos a cabo una limpieza de la ribera en primavera y una repoblación con alevines de trucha autóctona "fario" en junio. Comenzamos a recopilar datos y muestras fotográficas en diciembre, comprometiéndonos a no interferir con la vida silvestre, observando y registrando sin alterar el entorno.

 


Recopilamos metadatos cruciales, como fecha, hora, ubicación (COORDENADAS UTM: 43.172323,-5.747697) y tiempo atmosférico.

Observamos y documentamos la cobertura vegetal en el área de muestreo (en nuestro caso 0%), crucial para entender la influencia de la vegetación en la vida de los ríos, proporcionando refugio a especies elusivas y afectando la temperatura del agua, especialmente en zonas de baja corriente. Las fotos obtenidas, etiquetadas con el código del punto de muestreo y la fecha, se envían a cuidamoselagua@biodevas.org para su inclusión en el repositorio.

 




Planta invasora: el arbusto de las mariposas (Buddleja daviddi).

Llevamos a cabo un monitoreo visual de especies de interés, tanto autóctonas como invasoras, intentando centrarnos en especies paraguas que actúan como indicadores de la salud del ecosistema, como el salmón, el desmán, la nutria, los anfibios, la trucha y la anguila. Utilizamos, para identificar especies invasoras, aplicaciones móviles y recursos en línea como la página web.

https://www.asturnatura.com/naturaleza/guias/especies-invasoras/

Hemos observado en la zona de muestreo:

  • Aves autóctónas como el mirlo acuático, el ánade real, el cormorán y la garza.
  • Árboles autóctonos como el sauce y el aliso.
  • Arbustos como la zarza.
  • Plantas invasoras como el arbusto de las mariposas (Buddleja daviddi).


 


Medimos parámetros físico-químicos del agua, incluyendo temperatura, pH, nitritos, nitratos, dureza general y de carbonatos, y cloro, utilizando tiras reactivas que, sujetas con pinzas, sumergimos brevemente en el agua. Tras aproximadamente un segundo en contacto con el medio acuático, esperamos alrededor de 60 segundos, manteniendo la tira en posición horizontal para permitir que se seque. Este proceso nos posibilita la comparación de los colores manifestados en la tira con el código de colores correspondiente.

La temperatura desempeña un papel fundamental en la configuración de las comunidades biológicas, especialmente afectando a las especies más sensibles, como los salmónidos, que requieren niveles óptimos de oxigenación. En entornos de temperaturas más bajas, la concentración de oxígeno en el agua tiende a ser más elevada en comparación con ambientes más cálidos. Este factor es crucial para comprender y mantener la salud de estos ecosistemas acuáticos. En diciembre la temperatura del agua en la zona de muestreo fue de 9.5 ºC y en enero y febrero de 10ºC.

El rango de pH preferido para la mayoría de organismos acuáticos está entre 7 y 8. Nuestra zona de muestreo tiene valores de 6.8.

Nitritos y nitratos, compuestos nitrogenados, se monitorean para detectar contaminación orgánica y prevenir problemas de toxicidad. Los nitritos, más perjudiciales que los nitratos, actúan como indicadores de contaminación orgánica, generalmente de origen fecal (proveniente de ganaderías o humanos). En aguas saludables, los nitritos suelen estar por debajo de 0,1 mg/L. Concentraciones entre 0,1 y 0,9 mg/L presentan problemas de toxicidad según el pH, y valores superiores a 1 son perjudiciales para la vida piscícola, considerándose incompatibles con un ecosistema sano. En ríos del Cantábrico, se considera un nivel de calidad del agua bueno en nitratos hasta 10 mg/L, moderado hasta 25 mg/L, y deficiente a partir de esa concentración. La contaminación por nitratos y nitritos conlleva la eutrofización, provocando la proliferación descontrolada de plantas acuáticas, agotando el oxígeno y amenazando la vida acuática. Además, el consumo de aguas contaminadas con nitratos puede ser perjudicial para la salud humana, especialmente para bebés y mujeres embarazadas.

La dureza general del agua (GH) se refiere principalmente a la concentración de iones de calcio y magnesio. Aguas con GH bajo (0-4 °dH) pueden considerarse blandas, mientras que aguas con GH medio (5-12 °dH) son moderadamente duras, y aguas con GH alto (más de 12 °dH) son consideradas duras. En nuestro caso se consideran aguas moderadamente duras (8ºdH)
 
La dureza de carbonatos (KH) está relacionada con la alcalinidad del agua y la capacidad del agua para resistir cambios en el pH. Niveles bajos de KH (0-4 °dH) pueden hacer que el agua sea más propensa a cambios de pH, como en nuestro caso (3ºdH), mientras que niveles moderados a altos de KH (5-12 °dH o más) proporcionan una mayor estabilidad en el pH.

 

Contribuimos activamente a la preservación del entorno limpiando meticulosamente las riberas y clasificando la basura de acuerdo con el protocolo UNEP de Naciones Unidas. La problemática de los desechos, arrastrados por las corrientes fluviales, se manifiesta como una cuestión ambiental crucial. Sorprendentemente, el 80% de la basura marina tiene origen terrestre, principalmente derivada de plásticos domésticos, resultado de la falta de conciencia ciudadana o el mal funcionamiento de las plantas depuradoras. Esta contaminación marina ingresa a través de los ríos, siendo las playas puntos críticos de acumulación, al ser la primera intersección del río con el mar. Los desechos sanitarios, como toallitas, bastoncillos de oídos y compresas, encabezan la lista, seguidos por restos de cuerdas de embalaje y textiles. Las colillas, abundantes en las playas, representan uno de los componentes más perjudiciales y duraderos. Más allá de su impacto visual, la basura desempeña un papel tóxico y perjudicial para la biodiversidad, facilitando la propagación de especies invasoras como dinoflagelados y algas rojas. En Asturias, las corrientes marinas dirigidas hacia el este resultan en una mayor concentración de microplásticos en la región oriental. Además, se observa que las playas con mayor acumulación de basura presentan una mayor presencia de plumeros de la pampa, indicando áreas más degradadas.

En nuestra zona de muestreo abundan las colillas, los cables, las alambres y los hilos de pescar. En las proximidades al acceso encontramos, principalmente, envoltorios, latas, bolsas de plástico y preservativos.



En nuestro compromiso por preservar nuestros recursos acuáticos, seguimos la regla de las 5R: reducir, reutilizar, reciclar, regular y reparar. Con estas acciones, no solo mejoramos la salud de nuestros ríos, sino que también contribuimos a la concienciación y acción para un entorno más sostenible.


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