Recopilamos metadatos cruciales, como fecha, hora, ubicación (COORDENADAS UTM: 43.172323,-5.747697) y tiempo atmosférico.
Observamos y documentamos la cobertura vegetal en el área de muestreo (en nuestro caso 0%), crucial para entender la influencia de la vegetación en la vida de los ríos, proporcionando refugio a especies elusivas y afectando la temperatura del agua, especialmente en zonas de baja corriente. Las fotos obtenidas, etiquetadas con el código del punto de muestreo y la fecha, se envían a cuidamoselagua@biodevas.org para su inclusión en el repositorio.
Llevamos a cabo un monitoreo visual de especies de
interés, tanto autóctonas como invasoras, intentando centrarnos en especies
paraguas que actúan como indicadores de la salud del ecosistema, como el
salmón, el desmán, la nutria, los anfibios, la trucha y la anguila. Utilizamos, para identificar
especies invasoras, aplicaciones móviles y recursos en línea como la página
web.
https://www.asturnatura.com/naturaleza/guias/especies-invasoras/
Hemos observado en la zona de muestreo:
- Aves autóctónas como el mirlo acuático, el ánade real, el cormorán y la garza.
- Árboles autóctonos como el sauce y el aliso.
- Arbustos como la zarza.
- Plantas invasoras como el arbusto de las mariposas (Buddleja daviddi).
Medimos parámetros físico-químicos del agua, incluyendo temperatura, pH, nitritos, nitratos, dureza general y de carbonatos, y cloro, utilizando tiras reactivas que, sujetas con pinzas, sumergimos brevemente en el agua. Tras aproximadamente un segundo en contacto con el medio acuático, esperamos alrededor de 60 segundos, manteniendo la tira en posición horizontal para permitir que se seque. Este proceso nos posibilita la comparación de los colores manifestados en la tira con el código de colores correspondiente.
La temperatura desempeña un papel fundamental en la configuración de las comunidades biológicas, especialmente afectando a las especies más sensibles, como los salmónidos, que requieren niveles óptimos de oxigenación. En entornos de temperaturas más bajas, la concentración de oxígeno en el agua tiende a ser más elevada en comparación con ambientes más cálidos. Este factor es crucial para comprender y mantener la salud de estos ecosistemas acuáticos. En diciembre la temperatura del agua en la zona de muestreo fue de 9.5 ºC y en enero y febrero de 10ºC.
El rango de pH preferido para la mayoría de organismos
acuáticos está entre 7 y 8. Nuestra zona de muestreo tiene valores de 6.8.
Nitritos y nitratos, compuestos nitrogenados, se
monitorean para detectar contaminación orgánica y prevenir problemas de
toxicidad. Los nitritos, más perjudiciales que los nitratos, actúan como
indicadores de contaminación orgánica, generalmente de origen fecal
(proveniente de ganaderías o humanos). En aguas saludables, los nitritos suelen
estar por debajo de 0,1 mg/L. Concentraciones entre 0,1 y 0,9 mg/L presentan
problemas de toxicidad según el pH, y valores superiores a 1 son perjudiciales
para la vida piscícola, considerándose incompatibles con un ecosistema sano. En
ríos del Cantábrico, se considera un nivel de calidad del agua bueno en nitratos hasta 10
mg/L, moderado hasta 25 mg/L, y deficiente a partir de esa concentración. La
contaminación por nitratos y nitritos conlleva la eutrofización, provocando la
proliferación descontrolada de plantas acuáticas, agotando el oxígeno y
amenazando la vida acuática. Además, el consumo de aguas contaminadas con
nitratos puede ser perjudicial para la salud humana, especialmente para bebés y
mujeres embarazadas.
La dureza de carbonatos (KH) está relacionada con la alcalinidad del agua y la capacidad del agua para resistir cambios en el pH. Niveles bajos de KH (0-4 °dH) pueden hacer que el agua sea más propensa a cambios de pH, como en nuestro caso (3ºdH), mientras que niveles moderados a altos de KH (5-12 °dH o más) proporcionan una mayor estabilidad en el pH.
Contribuimos
activamente a la preservación del entorno limpiando meticulosamente las riberas
y clasificando la basura de acuerdo con el protocolo UNEP de Naciones Unidas.
La problemática de los desechos, arrastrados por las corrientes fluviales, se
manifiesta como una cuestión ambiental crucial. Sorprendentemente, el 80% de la
basura marina tiene origen terrestre, principalmente derivada de plásticos
domésticos, resultado de la falta de conciencia ciudadana o el mal
funcionamiento de las plantas depuradoras. Esta contaminación marina ingresa a
través de los ríos, siendo las playas puntos críticos de acumulación, al ser la
primera intersección del río con el mar. Los desechos sanitarios, como
toallitas, bastoncillos de oídos y compresas, encabezan la lista, seguidos por
restos de cuerdas de embalaje y textiles. Las colillas, abundantes en las
playas, representan uno de los componentes más perjudiciales y duraderos. Más
allá de su impacto visual, la basura desempeña un papel tóxico y perjudicial
para la biodiversidad, facilitando la propagación de especies invasoras como
dinoflagelados y algas rojas. En Asturias, las corrientes marinas dirigidas hacia el
este resultan en una mayor concentración de microplásticos en la región
oriental. Además, se observa que las playas con mayor acumulación de basura
presentan una mayor presencia de plumeros de la pampa, indicando áreas más
degradadas.
En nuestra zona de muestreo abundan las colillas, los cables, las alambres y los hilos de pescar. En las proximidades al acceso encontramos, principalmente, envoltorios, latas, bolsas de plástico y preservativos.
En nuestro compromiso por preservar nuestros recursos
acuáticos, seguimos la regla de las 5R: reducir, reutilizar, reciclar, regular
y reparar. Con estas acciones, no solo mejoramos la salud de nuestros ríos,
sino que también contribuimos a la concienciación y acción para un entorno más
sostenible.
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