En el marco del proyecto "Educando para la Sostenibilidad y la Promoción de la Salud" (ESPS), el Colegio de Veterinarios de Asturias, en colaboración con la Consejería de Educación del Principado de Asturias, brindó una enriquecedora charla sobre el enfoque One Health (Una Sola Salud) a los estudiantes de Biología del IES Valle de Aller, uno de los pilares sobre los que se asienta el Proyecto ESPS del centro. Esta perspectiva reconoce la estrecha interconexión entre la salud humana, animal y ambiental, subrayando la importancia de abordarlas de manera conjunta.
Enmanuel destacó la lección fundamental aprendida de la crisis de la Covid-19: la colaboración entre las esferas de la salud humana, animal y ambiental es esencial para prevenir y abordar problemas de salud significativos. Con el 61% de los 1.415 patógenos humanos conocidos siendo zoonóticos, es decir, transmitidos de animales a humanos, esta cooperación es crucial, ya que estas enfermedades son responsables de al menos 2.400 millones de casos de enfermedades humanas y ocasionan alrededor de 2,2 millones de muertes al año, especialmente en las áreas más desfavorecidas del planeta. Además, de cada 5 nuevas enfermedades humanas que emergen anualmente, 3 tienen su origen en animales domésticos o salvajes.
La charla abordó las diversas formas de transmisión de zoonosis, incluyendo el contacto directo con animales (como la rabia), la transmisión a través de vectores como garrapatas y mosquitos, y las zoonosis alimentarias relacionadas con el consumo de alimentos como la Salmonelosis, Triquinosis, Anisakiosis…El aumento de los viajes internacionales y el cambio climático han contribuido al incremento de casos de zoonosis, representando un desafío significativo para la salud pública global.
Subrayó
también Enmanuel la importancia de medidas preventivas como el lavado
de manos (después de tocar la mascota, antes de ingerir alimentos…), el
acceso a agua potable limpia, la gestión adecuada de residuos y
el control sanitario de nuestros animales domésticos y mascotas, para
reducir la propagación de enfermedades zoonóticas. Además, se abordó la resistencia
a los antimicrobianos, una amenaza global que complica aún más el
control de las zoonosis. De acuerdo con la
Organización Mundial de la Salud (OMS), esta pandemia silenciosa provoca
aproximadamente 700.000 muertes anuales. Si no se logra revertir esta
tendencia, se proyecta que para el año 2050 podría convertirse en la principal
causa de mortalidad, con un estimado de 10 millones de muertes anuales,
superando incluso las cifras relacionadas con el cáncer.
También
nos motivó a participar activamente en el control, reducción y erradicación
de enfermedades zoonóticas mediante el uso de aplicaciones de ciencia ciudadana,
como Mosquito
Alert, que establece un
vínculo colaborativo entre la ciudadanía, científicos y responsables de salud
pública y medio ambiente. Esta iniciativa tiene como objetivo combatir la
proliferación del mosquito tigre y del mosquito de la fiebre amarilla,
conocidos vectores de enfermedades como el Zika, el Dengue y el Chikungunya.
Dado que cerca de la entrada al instituto contamos con una plantación de pinos en el borde del paseo, se nos brindó una explicación interesante sobre la plaga de la procesionaria del pino, que constituye la segunda causa de mortalidad en estos árboles. La oruga de la mariposa nocturna Thaumetopoea pityocampa, responsable de esta plaga, presenta, además, pelillos urticantes que desprende fácilmente y que suelen provocar reacciones alérgicas significativas, tanto en mascotas como en seres humanos, debido a la desgranulación de mastocitos. Este caso ejemplifica la interconexión entre la salud de los árboles, la salud animal y la salud humana, destacando la importancia del enfoque One Health en la gestión integral de estos problemas.
Un momento destacado de la conferencia fue la participación activa de
los estudiantes en el análisis de un caso clínico real de zoonosis,
donde se abordó la infección de un gato local por un nemátodo pulmonar, lo que
permitió a los estudiantes comprender la labor del veterinario clínico en la
práctica. De la mano del veterinario, los estudiantes llevaron a cabo los
distintos pasos para diagnosticar la enfermedad: recopilación de datos
proporcionados por el dueño del animal, observación detallada del animal,
exploración completa del animal, y realización de pruebas específicas como
análisis de heces, análisis de sangre y radiografías. Una vez identificada la
causa de la enfermedad del gato, se procedió al tratamiento más adecuado.
Este ejercicio proporcionó a los estudiantes una comprensión práctica de
la interpretación de una radiografía, atendiendo a los distintos colores
(blancos, negros y grises) presentes en la misma. Además, se destacó la
importancia crucial de contar con profesionales veterinarios competentes, no
solo para la salud de las mascotas, sino también para preservar la salud
ambiental y humana.
La sesión
concluyó con una ronda de preguntas y una reflexión sobre el papel vital que
desempeñan los veterinarios en la promoción de la salud integral y la necesidad
de una colaboración continua entre las disciplinas de la salud para abordar los
desafíos emergentes en este siglo.
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