domingo, 21 de abril de 2024

Economía circular y gestión de residuos desde COGERSA en el Día Mundial Del Consumo Responsable (15 de marzo)

 




El residuo se define como cualquier material, sustancia u objeto desechado (sólido, líquido, gaseoso, radioactivo), ya sea doméstico, industrial, agrícola o comercial. Su correcta gestión es esencial para evitar impactos negativos en la salud y el medio ambiente. 




En este sentido, el alumnado de 1º de ESO y el voluntariado de 4º de ESO de la CONFINT del IES Valle de Aller visitó en Serín las instalaciones de COGERSA (Consorcio para la Gestión de los Residuos Sólidos en Asturias) para profundizar sobre economía circular y las 9R: reducir, reutilizar, reciclar, recircular, rediseñar, renovar, reparar, recuperar y reaccionar.







Es fundamental considerar que la eliminación de residuos debe ser el último procedimiento en su gestión. En Asturias se producen 2251 toneladas diarias de residuos, el equivalente al peso de 281 elefantes.






Durante el recorrido por el centro de tratamiento de residuos, presenciamos cómo los camiones descargaban directamente los residuos en el frente de vertido activo del vertedero de residuos no peligrosos y luego los compactaban. Este proceso conlleva impactos ambientales significativos, como la generación de lixiviados, los cuales son captados por un sistema de drenaje para su posterior tratamiento en la planta especializada. Asimismo, la degradación biológica de residuos orgánicos produce gases como metano (50-70%), dióxido de carbono (20-50%), nitrógeno (4-20%), vapor de agua, ácido sulfhídrico y compuestos orgánicos halogenados y organosulfurados, contribuyendo al efecto invernadero. La captación y aprovechamiento de biogás y transportarlo por tubos a la planta eléctrica es parte de las estrategias implementadas, mientras que el control de la población de gaviotas mediante la cetrería es necesario para evitar su acceso a los residuos y minimizar impactos adicionales en el entorno y transmisión de enfermedades.



Durante la visita, se detallaron las operaciones realizadas en diversas plantas del centro, incluyendo la de selección de papel y cartón, la de selección de envases ligeros, la de residuos de vidrio, la de digestión anaerobia, la de compostaje de residuos vegetales, la de lodos de depuradora y la de tratamiento de lixiviados. Se señaló que los olores predominantes provienen de la empresa PROYGRASA, la cual se encarga de recoger y tratar animales muertos de explotaciones ganaderas e industrias alimentarias para convertirlos en grasas y harinas utilizadas como combustible después de su procesamiento. 









Este enfoque resalta la necesidad de reducir y separar adecuadamente nuestros residuos para su disposición en los contenedores correspondientes. La falta de esta práctica no solo contribuye a la saturación del vertedero, sino que también obstaculiza el cumplimiento de los objetivos de reciclaje establecidos por la Unión Europea, que tienen como meta alcanzar un 65% de reciclaje de residuos urbanos para 2035, con un límite máximo del 10% destinado a vertederos. En respuesta a esto, se ha puesto en marcha en 2024 la planta de tratamiento de la fracción resto.







 
En las instalaciones también se encuentran áreas dedicadas a la gestión de residuos peligrosos, como la planta de tratamiento térmico inaugurada en 2003 para manejar principalmente residuos hospitalarios y harinas cárnicas, clasificada como un horno incinerador de residuos peligrosos.





 
Es importante destacar que COGERSA se encarga de clasificar estos residuos, pero no de reciclarlos directamente, pues los residuos clasificados se envían a empresas especializadas en reciclaje para su tratamiento adecuado.





 
Durante la visita al Centro de Interpretación de los Residuos (CIR) de COGERSA, inaugurado en 2007 y renovado en 2023, exploramos el aula-museo dedicada a la prevención de residuos, la separación, el reciclaje, la gestión integral de residuos y la transición hacia una economía circular. Al entrar, lo más impactante fue la visualización de la cantidad de residuos que generamos en nuestros hogares. El espacio dedicado a la cocina está diseñado para que el visitante tome conciencia sobre la importancia de prevenir la generación de residuos: el mejor residuo es el que no se genera. Además, la guía señaló la diferencia entre los hábitos actuales de consumo y los de generaciones pasadas, que enfatizaban la reutilización de envases en lugar de desecharlos.

 
 
Hoy en día, el modelo de economía circular se presenta como el único modelo económico viable para abordar nuestros problemas con los residuos, alejándonos del tradicional modelo de economía lineal de usar y tirar







Con el nuevo modelo los residuos se transforman en recursos valiosos y la biodegradabilidad (descomposición de forma natural de la materia orgánica por microorganismos en componentes simples) juega un papel fundamental en la gestión de residuos reduciendo la cantidad de residuos sólidos, evitando la generación de contaminación persistente en el medio ambiente, produciendo biogás (energía) y cerrando importantes ciclos biológicos. Así, en COGERSA, las bacterias juegan un papel esencial en la biodegradabilidad de la materia orgánica, utilizada para producir compost (fertilizante para las plantas) y metano para la generación de energía eléctrica.





 




Como mencionamos anteriormente, el paso final en la gestión de residuos es la eliminación, pero el primer paso crucial es la separación adecuada para iniciar el proceso de reciclaje y reducir los residuos que van al vertedero.










En la actualidad, con el incremento de los Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos (RAEE), es fundamental concienciar a la población sobre los puntos limpios y su correcto uso. Para reducir los RAEE, participamos activamente en un taller de ecodiseño centrado en un dispositivo tan común como un teléfono móvil. Durante el taller, exploramos cómo el diseño inteligente puede influir en la sostenibilidad de los dispositivos electrónicos, desde la selección de materiales hasta la facilidad de reciclaje al final de su vida útil. Aprendimos a identificar componentes y materiales que dificultan el reciclaje y a considerar alternativas más amigables con el medio ambiente en futuros diseños. Esto no solo ayuda a reducir la generación de residuos electrónicos, sino que también fomenta la economía circular al reintroducir materiales valiosos en nuevos productos, cerrando así ciclos de vida más sostenibles.








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