El jueves 15 de diciembre, el
alumnado de 1º de ESO del IES Valle de Aller participó en el desove y
fecundación artificial de la trucha “fario” (Salmo truta fario) en el centro de alevinaje y
laboratorio que posee la asociación allerana de pescadores "El
Maravayu" en el Molín de Peón (El Pino), con el objetivo de obtener alevines
con los que en junio repoblarán la cuenca el río Aller. En esa fecha, el mismo
alumnado colaborará con “El Maravayu” en la repoblación que se realizará en las
inmediaciones del instituto, zona en la que el río Aller pasa por Moreda.
(Trucha fario y anzuelo con maravayu)
Esta actividad, organizada por el Proyecto Educando
para la Sostenibilidad y la Promoción de la Salud en colaboración con
el Departamento de Biología y Geología y el Ámbito
Científico-Tecnológico del Departamento de Orientación, surgió
durante la acción de la limpieza del río, una de las acciones de la Confint 2022 del IES Valle de Aller.
El alumnado fue recibido por el
presidente de esta asociación sin ánimo de lucro, Sabino Monje, que le contó el increíble y arduo trabajo que
realiza este voluntariado ambiental desde hace 35 años con el objetivo de mejorar la biodiversidad de los ríos alleranos. Para
ello, disponen en sus instalaciones de, aproximadamente, unas 450 hembras de trucha reproductoras y unos 150 machos reproductores, que oscilan entre los 300 g y el 1.5-2 kg de peso, y que se renuevan periódicamente. Para la fecundación usan hembras de 3 a 6 años únicamente.
Consiguen así soltar anualmente unos 550.000-600.000 alevines de trucha ya que han alcazado un éxito en el proceso superior al 90%. Aunque muchas veces, en el
invierno, se encuentran con los accesos y el propio centro cubiertos por una
espesa capa de nieve, como se puede apreciar en las fotografías que amablemente nos cedió Sabino para la elaboración de este artículo.
El edificio, situado en el margen izquierdo del río Valmartín (afluente de río Braña), fue molino, batán y una pequeña central hidroeléctrica. Tras su reconstrucción por parte de los asociados se inauguró en 1993 como laboratorio y centro de alevinaje. De las 6 asociaciones que colaboran con el Principado de Asturias en la repoblación piscícola, ésta, situada en el curso alto del río Aller, es la que goza de mejor calidad de agua (fría y oxigenada). Agua que procede de la zona del Monumento Natural de las Foces del Pino.
El alumnado aprendió a distinguir la trucha común, trucha fario o trucha pintona, "con pintas", un pez autóctono de la península ibérica, de los ejemplares de trucha arco iris (Oncorhynchus mykiss), que se crían en piscifactorías para consumo humano tras su importación desde Norteamérica en 1880.
En el medio natural los puntos de freza de la trucha se sitúan en las cabeceras de los ríos, para favorecer oxigenación y la ocultación de la puesta.
Cada hembra pone aproximadamente unos 1000 huevos por kg de peso. Los pescadores aprietan el abdomen de los ejemplares para obligar a las hembras a soltar la puesta en un recipiente y a los machos a expulsar el semen que fecundará los huevos. Se tapan durante 5-10 minutos para favorecer la fecundación.
En libertad 2-3 machos se suelen sitúar detrás de la hembra para fecundar los huevos que ella va poniendo y que luego semientierra con los golpes de su cola . Esa freza se distingue por su aspecto circular blanquecino en el fondo del río.
Los huevos fecundados se colocan en cajones nido, que están tapados durante unos 20-25 días. Los que no embrionan quedan blancos y no poseen el característico punto en su interior, y son eliminados manualmente de los cajones. Los huevos necesitan un constante flujo de agua limpia y fresca por lo que los miembros del Maravayu acuden todos los días al Molín de Peón para comprobarlo.
En la naturaleza, si se producen grandes riadas, por lluvia y/o deshielo, la freza, se puede destruir con la consiguiente pérdida del alevinaje anual.
La eclosión se produce a los 45-48 días, tras 410º día (los grados días se establecen por la suma media diaria de la temperatura del agua). Los alevines se alimentan las primeras dos semanas con los nutrientes contenidos en el saco vitelino, luego ya empiezan a comer por sí solos. En su medio natural dichos alevines se refugiarían en zonas tranquilas y de poca corriente.
Las truchas adultas son alimento de nutrias, visones, garzas y cormoranes, como se puede observar en esta fotografía cedida por Sabino.
¿Sabías que el nombre de "Maravayu" proviene de uno de los cebos que utilizan los pescadores de truchas que imita a la larva acuática de un insecto tricóptero? Dicha larva vive dentro de pequeños estuches en forma de tubo que ella misma fabrica a base de seda que emite por una glándula bucal, y a la que adhiere granos de arena, restos de vegetales, etc.
Más fotografías y vídeos en el siguiente enlace:
https://photos.app.goo.gl/oja6g262k8NVoVsH7
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