El 4 de octubre de 2022, el IES
Valle de Aller asistió a la sesión
inaugural de la Red de Escuelas por el Reciclaje 2022-23 en el Palacio de
Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo bajo el lema “Moda Responsable”. En
esta edición, COGERSA se centró en el consumo textil para resaltar el fuerte
impacto de este sector en el medio ambiente e inspirar acciones en los centros
educativos que sigan los principios de la economía circular y abandonen la
economía lineal de adquisición, uso y desecho.
Según Labfresh, cada europeo consume al año 26 kg de textiles, de los cuales 11 kg se desechan después de
usarse solo 7-8 veces. La mayoría acaban en vertederos o siendo incinerados, ya
que solamente se queda un 10% en el mercado como productos de segunda mano.
Esta moda rápida (fast fashion) de comprar más y usar menos y de comprar y
tirar, ha convertido la industria de la moda en la segunda más contaminante del
planeta, siendo responsable del 20% de la contaminación del agua y del 10% de
las emisiones de gases efecto invernadero según informó el Parlamento Europeo el
24-4-2022, lo que equivale a lo que libera la Unión Europea por sí sola. En
dicho informe se afirma que, además, el poliéster es la fibra más utilizada en
la industria textil, siendo necesarios para su fabricación 70 millones de barriles de
petróleo anuales. Por otra parte, el lavado de materiales sintéticos hace que cada
año acaben en el mar y en los océanos medio millón de toneladas de microfibra,
que al ser un derivado plástico tardará cientos de años en degradarse
completamente causando un importante daño ambiental. Su fragmentación va liberando microplásticos que entran a formar parte de los organismos a través de la cadena alimentaria.
Por eso nuestra SEPR 2022 se
centró en conseguir un slowfashion y una concienciación para lograr que las
prendas duren más tiempo y se reparen (se cosan), se reutilicen (mediante intercambios,
donaciones, recogida solidaria…) y se reciclen cuando ya no puedan cumplir su función. Pues a
partir de diciembre de 2024, los ayuntamientos estarán obligados a ofrecer la recogida separada de textiles.
También se insistió en esa semana en la concienciación acerca de reducir la generación de residuos
textiles mediante una campaña que relacionaba las prendas con el consumo de agua.
Se evitarían así los cementerios de ropa sin usar como el de Atacama en Chile.
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