Desde la declaración del Estado de Alarma y la permanencia
de las personas en las casas se ha
incrementado de manera muy notable el uso de toallitas húmedas, lo que está provocando atascos en las redes de saneamiento, en las estaciones depuradoras
de aguas residuales, en las estaciones de bombeo, etc. debido a que usamos el retrete como una papelera.
A pesar de que se
anuncian como ‘biodegradables’, las toallitas están hechas de microfibras y
microplásticos y pueden atascar las tuberías si las tiramos por el retrete, ya
que pueden pasar hasta un mes en el agua sin degradarse.
Por eso, ahora más
que nunca, debemos hacer un uso responsable del agua, evitando malgastarla y
recordando que “El WC no es una
papelera”.
Nunca arrojes al
inodoro toallitas, compresas, tiritas, colillas, bastoncillos….y tampoco,
pinturas, aceites o medicamentos. ¡Hazlo por ti; hazlo por todos!
El vertido
incontrolado de toallitas y otros similares al inodoro llega a crear enormes
tapones en las redes e instalaciones relacionadas con el ciclo del agua, cuyo desatasco cuesta millones de euros.
La
Asociación Española de Abastecimiento de Agua y Saneamiento,
AEAS, calcula que el sobrecoste por persona, generado por el mal uso de las
toallitas, es de entre cuatro y seis euros al año. Es
decir, en Asturias esta cifra alcanza los cinco millones de euros anuales.
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