El 8 de octubre de 2024, el Palacio de Exposiciones y Congresos Ciudad de Oviedo fue escenario de un importante encuentro educativo y medioambiental. La XIX Edición de la Red de Escuelas por la Circularidad, coordinada por Cogersa, reunió a representantes de 200 centros educativos asturianos, lo que supone casi el 40% de los centros de la región.
La presentadora Cris Puertas anunció que este año el seminario se centraría en el tema "Escuelas biocirculares", con un enfoque especial en:
- Gestión de biorresiduos
- Prevención del desperdicio alimentario
- Uso correcto del contenedor marrón
- Fomento del compostaje doméstico y comunitario
Paz Orviz, gerente de Cogersa, destacó el papel crucial del profesorado y alumnado como "embajadores del reciclaje" y pioneros en la economía circular.
José Ramón Pando, concejal del Ayuntamiento de Oviedo, reconoció que los gobiernos son conscientes de lo difícil que es cambiar de hábitos, especialmente en el uso del contenedor marrón para materia orgánica. Sin embargo, enfatizó la necesidad de que los ciudadanos separen correctamente la materia orgánica en sus hogares, ya que la Unión Europea exige que para 2025 se logre la preparación para la reutilización y el reciclaje de al menos el 55% de los desechos municipales. Por lo tanto, no hay excusa para no separar los biorresiduos que generamos y por eso animó a los asistentes a hacerlo.
Lorena Prado, subdirectora general de cambio climático y economía circular, mencionó el desafío de España para 2035: depositar únicamente el 10% de los residuos generados en vertederos.
David Artime, director general de inclusión educativa y ordenación, agradeció el compromiso de docentes y centros educativos con la sostenibilidad y el bienestar común.
Daniel López, a través de su monólogo humorístico, inspiró a los asistentes con una visión optimista sobre el uso del contenedor marrón. Reconoció que la separación de residuos en los hogares ha supuesto un desafío para los ciudadanos, tanto en la formación de nuevos hábitos como en la concienciación ambiental. Sin embargo, enfatizó que no debemos sentirnos abrumados por las dudas al separar los residuos. López explicó que depositar los biorresiduos en el contenedor marrón, en lugar de la bolsa negra, es en realidad una forma de permitir que la naturaleza continúe su ciclo natural. Destacó que la naturaleza ve la materia orgánica como un valioso recurso, no como un simple desecho, subrayando así la importancia de esta práctica en la gestión sostenible de residuos.
Marién López, del Laboratorio Biomimético, invitó a reconectar con la naturaleza puesto que los seres humanos también somos naturaleza:
- Destacó la naturaleza como fuente de soluciones a nuestras preguntas y un banco de datos casi infinito con 3.800 millones de años de experiencia y unos 4 millones de especies distintas de seres vivos que han buscado su propia solución para mantenerse con vida.
- Mencionó estudios que indican que los niños son más felices y sanos cuando pasan tiempo en la naturaleza.
- Animó a salir a la naturaleza y a nuestros espacios externos de los centros educativos para asombrarnos y fascinarnos, y en definitiva, para inspirarnos.
- Pueden ser producidos de manera descentralizada, no limitándose a la producción industrial.
- Se biodegradan naturalmente, minimizando el impacto ambiental.
Las mesas redondas de profesorado abordaron cómo cambiar el mundo desde las aulas, enfatizando que la sostenibilidad debe integrarse en la vida diaria del centro educativo e incitando a la participación en la Conferencia Internacional de Jóvenes "Cuidemos el planeta" (Confint), un forma de trabahar en equipo en la que el alumnado puede aplicar sus conocimientos a distintos contextos, y por lo tanto, de practicar el aprendizaje competencial que propone la LOMLOE.
Gemma Caramés, Técnico en economía circular de Cogersa, instó a eliminar el 34% de materia orgánica de la bolsa negra y a compartir experiencias, proyectos y prácticas ambientales.
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